Aquí en Costa Rica nos encanta la lluvia por muchas razones, la menor de las cuales es que es el clima perfecto para tomar café. Sin embargo, lo más importante es que la lluvia proporciona el clima perfecto para el cultivo del café.

Ahora mismo en Costa Rica estamos en el pico de la temporada de lluvias (que va de mayo a noviembre) con temperaturas frescas, fuertes vientos y mucha lluvia.

¿Por qué la lluvia es tan importante para el café? La primera razón tiene que ver con la temperatura. Las temperaturas más frías ralentizan la maduración del café, lo que permite que los granos desarrollen más dulzura, cuerpo, acidez, sabor y complejidad. Más lluvia significa más plantaciones cubiertas de nubes y menos calor, lo que da a los granos más tiempo para desarrollarse adecuadamente.

La tasa de crecimiento y el tamaño de los granos de café también están determinados por la lluvia. Cuanto más consistentes sean las precipitaciones en una temporada específica, más consistente será el período de cosecha del café. Las áreas que acumulan mucha lluvia producen granos más grandes. Es por eso que las diferentes regiones cafeteras tienen diferentes estándares de tamaño.

Generalmente, consideramos que entre 1.800 y 2.800 milímetros de agua distribuidos uniformemente durante la temporada de lluvias son una cantidad adecuada para el cultivo del café. Esto es alrededor de 60 a 90 pulgadas. Una vez que los niveles de lluvia caigan por debajo de 30 pulgadas, significa que la cosecha del año producirá menos frijoles. Largos periodos de poca agua también pueden dañar la salud de la planta al provocar la caída de las hojas del cafeto y provocar un aumento de los ataques de plagas. Por otro lado, las precipitaciones superiores a 120 pulgadas también pueden causar problemas. Básicamente, tanto la falta como la abundancia de agua pueden causar problemas en el cultivo del café. Para nosotros, esta es la temporada en la que ocurre la magia y podemos ver cómo nuestros frijoles cobran vida. ¡No podemos esperar mucho!